Muere la luz como muere el verano,
y yo, con él un poco muero,
obedeciendo el mandato de un día
que empuja a la ensoñación, al engaño,
busco un remanso.
Como dijera Manolo García:
"Soy tabla de mi propia salvación".
Y si amanece huérfano el día,
la música será el hada madrina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario