La imagen es un detalle de una obra perteneciente a la colección de la Vinoteca alemana, en Muxia, A Costa da Morte. Desconozco el autor de la obra.
domingo, 20 de mayo de 2012
Hermanas, sisters, soeurs, sorelle, schwestern, sestre, chi em, irmãs...
Ahora ya no soy pequeña,
tengo catorce años.
Los hermanos podemos quedarnos ya solos en casa.
Mi hermana y yo, al ser más cercanas en edad,
solemos tener nuestros rocecillos.
Amigas sí, pero por sobre todo, hermanas.
Yo tengo muy mal genio,
y un arranque, como muy feo;
mi hermana parece tranquila
pero... sólo lo parece.
¿Qué habrá pasado esta mañana que estamos peleadas?
El enfado llega a límites, en esta ocasión, insospechados.
No sé cómo ni de qué manera,
nos vemos enganchadas de los pelos,
y al no querer soltar ninguna a la otra
y no poder descargar el enfado
por tener las manos ocupadas,
tratamos de pillarnos las espinillas dándonos patadas.
Ante el griterío y la algarabía
mi hermano que siempre anda escondido en su habitación,
(hay que comprender que tiene 17 años)
se asoma,
nos mira,
reflexiona, y finalmente, afirma:
- ¡Estáis chalás!
Cierra su puerta y nunca más se supo.
Acto y seguido se oye un sonido familiar,
la puerta de la calle,
(qué tendrá el oído y la inteligencia humana
que sabemos que es la madre
sólo por la forma de meter la llave).
Sin mediar palabra,
soltamos las manos y... pies pá qué os quiero,
cada una a una punta de la casa
y aquí no ha pasado nada.
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Y este para mi hermana, que sean como sean las cosas eso es lo que somos, hermanas.
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS GUAPA ME HA EMOCIONADO RECORDAR AQUEL MOMENTO Y QUE TAN BIEN HAS DESCRITO. Y SI, ANTE TODO SOMOS HERMANAS.TE QUIERO GUAPA
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