viernes, 28 de octubre de 2011

Caminante no hay camino (2)

¡Hoy me llevan de excursión!

Apenas he dormido en toda la noche. Estoy muy nerviosa y, a juzgar por el alboroto de mis compañeras, que cantan, ríen, hablan, bromean, ellas también lo están.
Subimos al autobús y el alboroto es si cabe mayor. Peleamos y discutimos qué canción cantar, al final unas voces se alzan y guían a las demás. Empezamos a cantar: "¡una sardina (una sardina), dos sardinas (dos sardinas), tres sardinas (tres sardinas)...y uuuuuuuuuuun gato (y uuuuuuuuun gato...)!".
Poco a poco, los nervios ceden y el ambiente se va calmando al son de las canciones; el sonido del motor actúa como sedante, el silencio, a veces roto por una voz que pregunta: "¿cuánto falta?", se apodera del autobús.

Desde fuera se puede ver como las miradas se clavan en el paisaje, todas nos sumergimos en él.
Llegamos a nuestro destino y una parte de nosotras se resiste a bajar...es la añoranza del camino, la pena por el fin del viaje.

sábado, 22 de octubre de 2011

Siento su mano



Siento su mano como me acaricia el pelo suavemente. Su mirada se me clava en el alma, aunque yo no alcanzo nada más que a percibir el calorcito que siento en el pecho. Me mira y sonríe; y su sonrisa es el arcoiris. Millones de mariposas de colores revolotean locamente alrededor, como cantando una canción que acompañe ese momento mágico en el que tengo la absoluta e incomprensible certeza de que me ama.
A veces se enfada, me grita o me regaña; pero luego veo como su gesto cambia, y la culpabilidad le oprime el corazón con fuerza, porque me ama.
La miro y sonrío y sólo con una palabra todo el amor del mundo sale de mi boca.



jueves, 20 de octubre de 2011

Mis nombres (Parte I)


Me llamo Pili, mi cibernombre es Aki, y también conocida en otro momento y por circunstancias que no vienen al caso como Sara Sánchez. No es que tenga personalidad múltiple, es que como dice Fernando Pessoa "cada uno es mucha gente" (1), y a cada persona y a cada momento de la vida le vamos dando una cara diferente, aunque para mi desgracia, sea dónde sea y con quién sea yo siempre soy la misma.

martes, 18 de octubre de 2011

Hay amores que matan...con las mejores intenciones


-Acércate, mira, es mi mariquita.

La ví a la pobre tan solita ahí en esas florecillas de las macetas de mamá. Despertó en mi la ternura y decidí que debía cuidar de ella, igual que mamá cuida de mí cada día. Que no le pasara nada, porque ya no estaría sola en el mundo nunca más.


Le he preparado sus cositas, que no le falte de nada, tiene hasta su piscina. Yo creo que tiene que bañarse, además hace  mucha calor, pero ella parece que no quiere, intenta siempre salir del agua, y mira que yo le explico que es lo mejor para ella.

- ¡Niña!¡súbete ya que vamos a comer!

-¡Ay!, que mámá me está llamando, pero no te preocupes que en cuanto acabe vuelvo contigo.
Y para que no le pase nada, (más bien no se escape), la meto en un botecito pequeño, bien cerradito.

Pero, ¿qué ha pasado? Mi pobre mariquita ha muerto, con todos los cuidados que yo le he dado.
¡Yo no puedo vivir sin ella!, la echo tanto de menos.

Buscaré otra (a rey muerto, rey puesto).

- Acércate, mira, es mi mariquita.

Y vuelta a empezar. Pero no recuerdo la suerte que corrió esta segunda mariquita, seguramente le perdí el interés...y es que segundas partes nunca fueron buenas.

...O quizás aprendí que debía dejarla volar.

jueves, 13 de octubre de 2011

Ángeles


Si pudiera volar en lugar de andar la lejanía del horizonte no sería tal. Mi vida transcurriría en un lento caminar, despacito, pausado y tranquilo avanzar. El bullicio a mi alrededor no vendría a molestar, sería música agradable y este cansancio que a veces me inunda no haría a mis lágrimas brotar. 
Sería todo tan fácil si al hablar las palabras no molestaran, si pudiéramos hablar sin más, sin juicios ni miedos, simplemente sentir, pensar, hablar y amar.
Si en lugar de andar pudiera volar, podría ser ... y nada más.



martes, 11 de octubre de 2011

Palabras

Escuché palabras, dije palabras, oí palabras, descifré palabras, las presentí e incluso las adiviné.

También obvié palabras, pensé palabras, memoricé palabras y hasta las odié.

Las pinté y coloreé, las mimé y las amé.

Palabras que llegaron a mi vida y pintaron un mosaico; palabras que se fueron y dejaron un rosario. Palabras que a mi vida abandonaron y palabras que mi vida inventaron. Palabras que siento, palabras que reinvento y, a veces lamento. Palabras que nunca, nunca se lleva el viento.


lunes, 10 de octubre de 2011

Mi casa


Hoy me han dicho que tengo que hablar sobre mi casa; me ponen nerviosa las redacciones, nunca sé si estoy diciendo lo "correcto"...

Mi casa, según me han dicho es pequeña, pero yo creo que es muy grande, no sé, quizás es porque al ser yo pequeña todo me parece grande. Es de muuuuuchos colores, pero el que más se ve es el azul, a veces mezclado con blanco, también tiene marrón y verde. Cuando la observo siento mucho cariño por ella, es como si mirara a mi madre, porque me da cobijo y me protege, además de haberme dado la vida, ¡y es tan bonita! Solo con mirarla siento su calorcito. Si yo pudiera enviaría a todos esos hombres que mandan tanto a barrerla y dejarla perfecta; a mí, mi mamá me ha dicho que lo que yo ensucie lo tendré que limpiar, que no es justo que los demás tengan que pagar por lo que yo haya hecho.





viernes, 7 de octubre de 2011

Gente


- ¡Hasta luego!
- ¡Ey, adiós!

- ¡Nena! ¿qué tal? ¿cómo va todo?
- ¡Bien! ¡Gracias!

- (Claxon): piiiiiiiiiiiiiiiii
- (joder qué susto): ¡¡¡¡hasta luegoooooooooo!!!!

- ¡Hola guapa! ¿dónde vas?
- Ahí que tengo que hacer unas cosillas.
- Pues a ver si quedamos y hablamos con calma.
- Nos damos un toque, ¿ok?
- Ok, ¡nos vemos!
- Adiós.

 -¡Hola!
- ¡Hola! ¿qué vas para arriba o para abajo!
- Para arriba, voy a mi casa.
- Yo también, ¡vamos!
 (.............................)
- Venga, chao.
- ¡Adiós!

- ¡Adiós Ángel!
- ¡Adiós maja!

Saco las llaves del bolso y entro en mi casa con una amplia sonrisa. El mundo entero ha entrado conmigo por la puerta.

Agua



Abro los ojos, y presiento que este momento será especial el resto de mi vida. El día es luminoso, un sol radiante entra por la ventana, ¡qué agustito he dormido! Es tarde, creo, no sé, para mí el tiempo no tiene importancia, sólo que empieza un  nuevo maravilloso día de verano, sin nada en qué pensar, qué hacer ni por lo que preocuparme..., nada más que dejarme llevar y dejarme mimar. Siento que soy feliz, ¡qué agustito se está aquí! Tendré que levantarme, pero ¡es que me gusta tanto escuchar caer el agua en el pilón! sé que si me levanto la magia desaparecerá.