jueves, 31 de mayo de 2012

Aromas que te dejan sin palabras


¡Vaya! Mi amiga y compañera de piso está enferma.
Menuda subida de anginas...

Este año, por ser mi último año,  no está yendo muy bien en cuanto a convivencia se refiere.
Mi amiga, aunque hayamos tenido nuestros roces,
es mi amiga,
y ante eso nada se puede hacer...




Estoy sola en el piso,
ella ha ido al médico,
y la tercera en discordia (llamémosla compañera M)
la ha acompañado.

Llaman al portero:

- ¿Quién es?
- Soy Gabriel.

Vaya por dios, este muchacho siempre viene de visita cuando ellas no están,
y yo creo que a quien viene a visitar es a mi amiga, en fin, cosas de la vida, pronto llegarán.

- ¡Hola!
- Hola ¿qué tal?
- ¿estas sola?
- Pues sí, es que  L (mi amiga) está enferma y han ido ella y M al médico.
- ¡Ah! vale. ¿Y qué haces?
......

Al cabo del rato, suena la puerta.

- Ahí están ya.

M llega con la cara un poco compungida,
entra casi  sin saludar,
como una flecha cruza el salón y se mete, no sé exactamente (...aún)
en qué habitación.
(¿Y a esta qué le pasa?)

Mientras, nosotros tres, charlamos de forma distendida en el salón.
Mi amiga hay que decir que con poca gana.

Una puerta se abre...
un sonido familiar,
un chorro de agua que cae con fuerte presión,
la cual va disminuyendo cuando el depósito al que entra el agua se va llenando...
una ráfaga de aire que entra,
impregnado con un aroma
que no por familiar es agradable respirar.

¡Qué situación!

Los tres dejamos de hablar,
el silencio, por tanto, se viene a ayudar.
Miradas tensas a un lado y al otro...
no sabemos si hablar o, simplemente, dejar de respirar (y por ende, "de masticar")

Tengo serias dificultades para aguantar la risa,
¡pero es que si lo hago tengo que el aire inhalar!

M entra en la habitación como si la cosa no fuera con ella.

(¡Pero so Idiota, cierra la puerta! Me muerdo la lengua para no gritar)

Gabriel decide que la visita ha llegado a su fin.

Nadie se lo puede reprochar...

miércoles, 30 de mayo de 2012

Patitos


¡Todas las mañanas lo mismo!

¡Qué fastidio!

Mi madre que abre las ventanas y nos despierta.

- Vamos, que llegamos tarde al colegio.

Siento una sensación extraña...
desearía diluirme entre las sábanas
y que nada de lo que está sucediendo fuese real.

De repente, con muy mal humor me encuentro en la cocina,
toda arregladita, repeinadita, 
con el mismo uniforme oscuro y feo de todos los días. 

- ¡No te vayas a manchar!

Tengo que desayunar.

(Pero si yo lo que quiero es seguir durmiendo...
y no ir a esa jungla de gente, números, letras, obligaciones,
colores, papeles, regañinas, lápices y gomas...
¡tengo solo siete años!)

Me prepara mi madre mi vasito de leche...
con unos patitos de galleta que difícilmente olvidaré.
Hoy no tengo ganas de comerlos,
pero las tendré el resto de mi vida, 
cada vez que con el vaso de leche preparado
abro el armario de la cocina 
y busco galletas con las que colmarlo.





jueves, 24 de mayo de 2012

Tomás


Ayer murió si no el mejor, uno de los mejores amigos de mi padre.
Tomás.
Sé cuánto lamentó la muerte de mi padre.
Podía ver con la soledad con la que se quedó.

Ayer murió y espero que a donde hayan ido,
(si es posible)
ahora estén juntos compartiendo sus charlas
y lo que fuera en lo que ellos emplearan su tiempo.



martes, 22 de mayo de 2012

Mi cuna (el primer recuerdo)



Ya es de día.
Entra mucha luz por la ventana,
pero no se oye nada.

Creo que es mi madre la que me ha despertado.

La escucho hacer algo en la habitación.

Pero no me muevo,
no quiero que se dé cuenta de que estoy despierta.

Es que me he dado cuenta que junto a mi cabeza
en el cabecero de mi cuna,
hay un pajarito.

Lo observo con detenimiento y avidez,
¡qué bonito es!
Me gusta mucho mirarlo.
Parece que es un colorín.

Yo eso no lo sé todavía.
Con los años le pregunto a mi mamá,
y ella me lo confirma.

Mi cuna es celeste,
y en el cabecero tiene pintado un colorín.


lunes, 21 de mayo de 2012


Habia un jardín florido,
y un pequeño huerto,
en el que a la sombra de aquel árbol luminoso
el tiempo pacía y se complacía
en no mover el minutero.

Había hojas y luz gloriosa,
hierba, flores y bajo el árbol una silla de anea.
Una escalera apoyada en la pared blanca,
encalada y brillante de tanta luz que recíbia
del sol radiante.

Ventanas con volantes,
ventanas de un hogar blanco.
Niños que se intuyen
aunque no se oyen.

Un lugar cercano y un lugar lejano;
surgido de no se sabe dónde,
de no se sabe cuándo.

Un lugar recurrente siempre en mi pensamiento,
pensamiento que da calorcito
con su recuerdo.
Quizás:
vengo de ese tiempo,
vengo de ese sitio,
sitio al que me llevan mis pensamientos,
sitio almacenado en la memoria,
venido tal vez de otra vida.

Cajas


En una cajita guardo los buenos momentos.
Las personas y los momentos
que parecían ser de una manera que
a mí me gustaba,
que eso era lo que quería para mí.

En otra caja guardo los agravios.
A las personas y los momentos
que se descubrieron tras actos, palabras
que traicionaron la confianza
a veces, ciega, a veces, ingenua,
y siempre, humana y cotidiana.

Espero que cuando parta en mi último viaje
me vaya "ligera de equipaje como los hijos de la mar".*
Sin más que agradecimiento a esas personas,
por haberme dado esos brillantes momentos
que guardo en mi cajita de flores, alegría, luz y calor.

*Antonio Machado.




domingo, 20 de mayo de 2012

Hermanas, sisters, soeurs, sorelle, schwestern, sestre, chi em, irmãs...


Ahora ya no soy pequeña,
tengo catorce años.

Los hermanos podemos quedarnos ya solos en casa.

Mi hermana y yo, al ser más cercanas en edad,
solemos tener nuestros rocecillos.
Amigas sí, pero por sobre todo, hermanas.

Yo tengo muy mal genio,
y un arranque, como muy feo;
mi hermana parece tranquila
pero... sólo lo parece.

¿Qué habrá pasado esta mañana que estamos peleadas?

El enfado llega a límites, en esta ocasión, insospechados.

No sé cómo ni de qué manera,
nos vemos enganchadas de los pelos,
y al no querer soltar ninguna a la otra
y no poder descargar el enfado
por tener las manos ocupadas,
tratamos de pillarnos las espinillas dándonos patadas.

Ante el griterío y la algarabía
mi hermano que siempre anda escondido en su habitación,
(hay que comprender que tiene 17 años)
se asoma,
nos mira,
reflexiona, y finalmente, afirma:

- ¡Estáis chalás!

Cierra su puerta y nunca más se supo.

Acto y seguido se oye un sonido familiar,
la puerta de la calle,
(qué tendrá el oído y la inteligencia humana
que sabemos que es la madre
sólo por la forma de meter la llave).

Sin mediar palabra,
soltamos las manos y... pies pá qué os quiero,
cada una a una punta de la casa
y aquí no ha pasado nada.

lunes, 14 de mayo de 2012

Master and Commander


¿Por qué las esperas son siempre tan fastidiosas?
Dentro de un rato me voy al colegio, y mi mami está peinando a mi hermana primero, y, claro, yo tengo que esperar.

¿En qué voy a emplear esta espera? ¿En mirar como la peina?
No, creo que no.

Creo que estaría bien viajar en un barco. 


¡Capitán! ¡Hay una tormenta muy grandeee! ¡Creo que vamos a naufragar!
¡Nooooo! ¡Entre todos podemoooossss! ¡Cuidado los de popaaa!
¡Se acerca una gran olaaaaaaaa! ¡Socorroooooo, me ahogooooooooo!
¡Capitán hay que salvar a ese hombreeeee!

Mi fantasía vuela y vuela y me imagino empapada en medio del mar, tratando de salvar a aquel marinero, dando órdenes a babor y estribor...

Y, al tiempo que la fantasía vuela y vuela, el realismo se apodera de mí y de la situación...
y así voy dando vueltas y más vueltas en mitad del pasillo...

Mi madre no ceja en su empeño:

- ¡Mari Pili, que no des más vueltas que te vas a caer!
- Que no me caigo, (¡jolin que pesá!)

¡Capitán nos ahogamooooossss!
¡Nooo, ve a estribor, agarra aquella cuerdaaaa...!

¡¡¡¡No puedo controlarlooooooo.....!!!!


¡Oh noooo!

Entre un gran estrépito y con un susto descomunal
casi me salto un ojo con el macetero que adorna el pasillo, con el consecuente grito de mi madre:

- ¡Te lo estaba diciendooooooooooooo!

Cosas que, a veces, pasan.

sábado, 5 de mayo de 2012

Inacabado (I)


Orión majestuoso surge por el sur, sureste o suroeste, nunca supe bien los puntos cardinales.
Pequeños jirones de nube salpican y le acarician una esquina.

¡El cielo! ¡El firmamento! La inmensidad.
Impetuoso se pasea por sus dominios, tan lejano, misterioso, dominante y varonil.

viernes, 4 de mayo de 2012

Escenas bajo una noguera




Una nana me mecía levemente,
una lenta y suave melodía.

Una tarde silenciosa de verano,
el vaivén de la hamaca,
viene y va,
mientras suena rítmicamente el crujir de los nudos
enredados en el árbol.

Un aire cansado y caliente mueve un mechón de mi pelo.

En mi duermevela
una abeja pasa zumbando cerca de mis oídos.

Y a lo lejos... el chapoteo del agua y
el griterío de los niños.