martes, 5 de febrero de 2013

Yo (la más pequeña y la más grande de las palabras)

Ilustración adaptada de elementos obtenidos de diversas fuentes
 unificados en un solo dibujo.
Dibujo realizado por mi amiga Ihma.
A ella dedico este texto que sé que le dice muchas cosas. 

Comencé a construirme un castillo,
una fortaleza fortificada.
Para ello ejercí de arquitecto,
aparejador y albañil.
Con mis propias manos y mi esfuerzo diario,
poco a poco, fue cobrando forma.
Cada día le voy haciendo cambios,
porque aún queda un largo camino
hasta su total construcción.

En el interior de los anchos muros
planté árboles,
dí cobijo a animales,
cultivé un huerto y flores.

Lo adorné, lo cuidé y lo mimé.
A veces, con la llegada de algunas tempestades
todo se vino abajo,
pero como los cimientos eran buenos
lo volvía a restaurar y a recuperar.

Invité a que vivieran conmigo a mi familia,
amigos, compañeros de trabajo, vecinos...,
y a todo el que se ganó con su buena compañía y buen hacer
la entrada a mi hermoso lugar.
Algunos se quedaron para siempre, a otros educadamente
les invité a marcharse,
y había otros que estuvieron un tiempo
pero luego decidieron que se querían ir de mi lugar.

Hay algunas personas que cobran un papel principal.
Están conmigo siempre, comparten el día a día
con todo lo bueno o lo malo que pueda traer.
Incluso hay algunos...
que llegaron allí a través de mí...
esos son los especiales.

Pero la entrada y la salida a mi fortaleza es libre,
por doloroso que esto resulte.

No hay lugares fijos para nadie.

Y aunque alguno de ellos falte,
mi fortaleza seguirá en pie.
Porque yo soy su arquitecto,
aparejador y albañil.

Y aunque alguno de ellos falte,
el trabajo se puede volver a repetir,
porque mi fortaleza es lo único que tengo
y sólo yo soy capaz de mantenerla en pie.

(2/Junio/12)

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