
Llegan, y su sola presencia llena el tiempo y el espacio de voces de ternura, de peleas tontas, de caricias, del silencio cómplice. Sólo compañía, solo amor. Amor sin celos, amor sin posesión, amor sin memoria. Amor sin más. Existe un lugar donde deseo algún día llegar. Lo único que podemos hacer los que te lloramos es agradecerte el haber llenado nuestro hogar.
Espéranos, que allí donde estás, la espera será corta y placentera.
Feliz partida y felices reencuentros.