domingo, 13 de noviembre de 2011

Mi amiga Rosi y yo

Yo siempre soy una niña muy buena. Si voy de visita con mi mamá y me dice que me siente y no me mueva, yo tengo que hacer un sobreesfuerzo para incluso respirar; si ella me advierte que si me ofrecen algo, un caramelo, un dulce..., yo siempre diga que no, a no ser que ella indique lo contrario, yo, a pies juntillas hago caso de lo que dice mi mamá.
Cuando salgo a la calle a jugar, procuro siempre no ensuciar mi ropa, es de lo único que procuro tener cuidado, porque cuando salgo a la calle esa es la única regla.
Bueno no, hay unas más: que no me vaya lejos y que no juegue con niños. Pero, la principal y más importante es:

- ¡No te ensucies Mari Pili!

 Y yo siempre hago caso de mi mamá.
 Bueno no, a veces no.

 Mi amiga Rosi, a la que su mamá no le pone tantas reglas, hoy tiene ganas de hacer algo más divertido que jugar a los hoteles pintados con tiza en el suelo,

- ¿pero hay algo más divertido que eso?

Parece ser que sí. Hoy vamos a cocinar.

- ¿Qué? ¿con qué?

Con el barro que se ha formado ahí más abajo, (¡dios sabe de qué!)

(Está muy cerca de mi casa, si mi madre se asoma por la ventana o sale a la calle me va a ver, pero bueno tendré cuidado y no me mancharé, y confiaré en que mi madre no asome por ningún sitio).

¡Anda! ¡pues qué divertido es! Me lleno las manos de barro, y cuidadosamente elaboro las albóndigas que hemos decidido cocinar. Cojo el barro y delicadamente hago mi pequeña albóndiga, que voy colocando en fila junto con las que mi amiga Rosi ha hecho ya también, creo que las vamos a meter al horno.

-¡¡¡¡¡¡¡ Mari Piliiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!, ¡¡¡¡¡¡venté pa la casa ahora mismoooooooooooooooooo!!!!!!

El corazón se me pone en la garganta. Me han pillao.

- Me tengo que ir, adiós.

Fue más el terror a la regañina que lo que luego pasó, al fin y al cabo casi no me había manchado.

- ¿Pero qué guarrada estabáis haciendo? para pillar cualquier cosa.

Al día siguiente miré con añoranza el lugar donde había hecho mis primeros pinitos con la cocina..., ahí estaban en hilera, como hormiguitas, mis primeras albóndigas de barro a las que siempre seguirá el grito de guerra de mi mamá:

1 comentario:

  1. Que recuerdos!!!! me he reido mucho al recordar esos momentos, UN BESO GUAPA

    ResponderEliminar