Capítulo I: Y se quedó entre nosotros (pincha en el enlace para leer el capítulo I)
Aún no habían pasado
las veinticuatro horas reglamentarias desde que Ev descendiera para
mezclarse con los humanos, pero Re, ya se temía lo peor. Aunque su
forma de pasar malos ratos no era para nada la más convencional.
Canturreaba mientras toqueteaba todo lo que le venía en gana, y
bajito decía en tono infantil:
- Mira Ev, estoy
tocando este botón, y no pasa nada.
Tan aburrido, tan
aburrido estaba que acabó tocando y haciendo lo que realmente no
debía, y acabó incorporándose a sí mismo la programación para
la transmutación corpórea, aunque esta vez sí era la correcta, por
lo que en cuestión de un par de minutos, Re estaba sobre la
superficie terrestre con forma humana.
- ¡Ala, qué guay!,
soltó con cara de asombro al ver su nueva forma corporal, al
mismo tiempo que daba un respingo al escucharse a sí mismo, y
volvía a repetir:
- ¡Ala, qué guay!
Re, no se paró a pensar
en las consecuencias que aquella incursión en, lo que parecía ser
tierra hostil, podía tener, no solo para su persona, sino para su
propia civilización. Aún no sabían nada de aquellos terrícolas, y
si resultaban estar tan avanzados como ellos, y descubrían la nave,
que se había quedado adecuadamente escondida en modo camuflaje, su
propio planeta se encontraría en grave peligro. Pero mientras estas
inquietudes flotaban en el aire, en cabeza de nadie, Re iba por las
calles de aquel lugar dando saltitos como un niño pequeño,
sonriendo y parándose a observar todo cuanto le salía al paso. Una
de las características principales de la transmutación corpórea
era la base de datos que llevaba incorporada de todos los idiomas
propios del lugar, y con solo escuchar una palabra, de forma
automática, se podía comenzar a entablar conversación. No había
pasado ni media hora, cuando Re iba charlando y riendo con un grupo
de especímenes jóvenes de aquel lugar.
Aquel día parecía ser
fiesta. Todos los especímenes que se encontraba estaban de buen
humor, se escuchaba música festiva (la música que, como las
matemáticas, es lenguaje universal, formaba parte también de la
idiosincrasia del pueblo plusvatino, por lo que no le era algo
desconocido), y casi todos sujetaban con las manos unos recipientes
en cuyo interior había líquidos de diferentes colores aunque había
uno que era el que más se repetía. Él, que seguía sin medir las
consecuencias de sus actos y movido por la energía que transmite el
ambiente festivo, pidió probar aquel líquido. Y ¡oh, maravilla!,
la ingestión de aquel caldo fresco, espumoso y dorado se convirtió
en una experiencia suprema. Pasó largas horas charlando y riendo con
unos y otros grupos de humanos, movido por la seguridad y valentía
que otorga la ignorancia y los efectos de aquella bebida celestial,
soltando la lengua sobre su procedencia y la misión que lo había
traído hasta este planeta. Pero si había algo bueno que Re tenía,
era esa ternura que despierta el entusiasmo de los niños pequeños
cuando cuentan sus historias, y así fue como Re fue acogido en aquel
lugar como uno más, consiguiendo hacer de su vida algo práctico y,
sobre todo, al servicio de los demás.
Existen muchos tipos
diferentes de ese líquido, y dicen los entendidos en materia que hay
un tipo, que es el peor de todos. Pero como Re, no era entendido en
nada, pasó toda su vida yendo de feria en feria, regentando un
quiosco de venta de cerveza en cuya parte superior podía verse un
letrero con un señor con un gorrito rojo y unas letras que rezaban
“Cervezas Cruzcampo”.
EPÍLOGO:
En la Agencia Espacial
Europea, aquellos días había un revuelo enorme. La confirmación de
la existencia de otras formas de vida avanzadas había llamado a
nuestra puerta, prácticamente. Se había hallado una nave espacial
orbitando sin tripulación alrededor de la Tierra, esquivando
satélites meterológicos y de comunicaciones. La voz de alarma ya se
había dado a los Estados Unidos, Rusía, la OTAN entera estaba en
alerta máxima, puesto que estaba claro que se habían infiltrado
entre nosotros, y eso significaba, con toda seguridad, una pronta
invasión extraterreste.
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