jueves, 18 de octubre de 2012

Huétor Santillán (Crónicas de una excursión)


EPÍLOGO

Recuerdo el pequeño parque, tan íntimo, de pueblecito pequeño, y un sol luminoso y calentito a primeras horas de la tarde, esperando el autobús que nos lleva de regreso a la realidad.

Entramos en mi primer piso de alquiler, sito en la calle Dr. Blasco Reta, plaza de toros, mi primer piso de estudiantes, cutre, pequeño y oscuro, lo que es un piso de estudiantes al uso. Y allí están mis compañeras y, si la memoria no me falla, también está Rubén, que no vive con nosotras porque no se trae la ropa y tiene que ir a su casa a asearse y cambiarse, que si no...
Recuerdo todo el salón y la entrada lleno de macutos y gente, todos tirados por el suelo. El tiempo en estas fechas está un poco loco, y siendo Granada, hace calor. Algunos piden algo de beber y...

Lales y yo nos miramos con cara de compinches...

-¿Queréis leche especial que hemos comprado?
- ¿Leche especial?
- Sí. Es leche con sabores.
- ¿A ver? Sí, sí, a ver que la probemos.
- ¿Quién quiere de fresa? ¿y de pistacho? y ¿de la especial de color azul?

Nuestros amigos no salen de su asombro cuando aparecemos con vasos que contienen líquido de distintos colores: rosa, azul, verde...

Al probarla, todos la misma exclamación:

- ¡¡¡Sabe a lecheeeee!!! ¡¡¡Esto es leche normaaaaaaaaal!!!

Y vuelven las tonterías tontas (para cuidarnos bien la salud).

Hace unos días, al ir a hacer la compra, se nos ocurrió comprar un paquetito de unos líquidos, colorantes para las comidas. Y no paramos de tomarnos la leche fría y sin el apetecido Cola Cao o el necesario café, sólo por tomarnos la leche de distintos colores.

No hay como tomarse un buen vaso de leche azul para culminar lo que, aunque nosotros no lo sabemos todavía, se convertirá en un fin de semana que nunca nunca se olvidará.


Me hubiese gustado acabar este relato con la inscripción que hay en la fachada principal de la Casa de los Recuerdos, pues así se llama el lugar. El último día, casi unos minutos antes de volver, la copié, pues merecía la pena tenerla. Apelaba a lo maravilloso del lugar y a los recuerdos que en sus visitantes dejaba grabados, quedando el espacio impregnado de esos sentimientos que la casa despertaba. Y, en realidad, solo había verdad en esas palabras.
Quisiera pensar, que su pérdida fue un plan elaborado por el destino, para que pasados veintitrés años, yo con estas palabras (que vienen a salvarme cada día) pudiera, de un modo más íntimo y personal, llegar a lo más profundo de los recuerdos míos y de mis amigos, y susurrarle al aprendiz de adulto que eramos entonces, que sigue dentro de cada uno de nosotros, que no lo hemos olvidado, y que, seguimos siendo fieles a los afectos que él nos inspiró en aquellos momentos y en aquellos maravillosos años.

                         
                                                                        FIN

Dori, Llado, Nanny, Perico, Pilar, Rafa, así como de actores secundarios Lales, Rubén y yo misma, saludamos al público y cerramos el telón. (Más los que no están por Facebook, y los perdidos por el mundo, que damos gracias, son los menos y seguimos recuperando). Un placer que fuésemos nosotros y no otros los compañeros y amigos en esta historia.

4 comentarios:

  1. Aunque no es aconsejable, de vez en cuando es bueno mirar al pasado para recordar lo felices que éramos todos juntos.Esata fue una historia inolvidable, pero una mas de las ciento vividas y de las cienton que quedan por vivir.
    ¡Nos vemos en la proxima aventura!
    Rafa García.

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  2. Precioso,me da pena que termine.... pero lo bueno si breve dosvecesbueno no??? tengo que hacer una aclaraciónla leche no era verde.... sino CHANTREUSE... y no compramos los colores sino que cayeron por casualidad en nuestras bolsas. un beso y sigue llenandonos el espiritu con tan bonitos recuerdos....

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    1. ¿qué cayeron? ¿misteriosamente? Creo que ese día yo no fui con vosotras, vamos estoy segura, porque llegastéis entusiasmás con los colorcicos. Y sí, es verdad, Chantreuse, jajajaj, qué memoria hija para los detalles. Pero firma los comentarios guapa, que yo por que te conozco hasta por el... donde la espalda pierde su honorable nombre, pero firma que no quedes en el anonimato. Besitos

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  3. Te doy las gracias desde aquí por hacernos recordar aquellos maravillosos años y por seguir en la brecha para que el grupo no pierda el contacto..te animo a que te lances en pos de otra crónica de alguna otra batallita, a mi me rejuvenece y me hace bien volver a revivirlas de mano de tu pluma. (Llado)

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